Tres policías sufrieron heridas y otras 14 personas fueron detenidas durante los incidentes ocurridos en el desalojo de una protesta que realizó un grupo de vendedores ambulantes en las vías del Ferrocarril Roca, a la altura de la localidad de Avellaneda, en demanda de su incorporación como trabajadores de la empresa.

Los disturbios se iniciaron cuando agentes de la Policía Federal y la Gendarmería Nacional avanzaron sobre las vías ocupadas por los vendedores ambulantes, quienes les arrojaron piedras y se retiraron del lugar.

Juan Marino, de la Tendencia Piquetera Revolucionaria, explicó que “el trabajo de los vendedores ambulantes es absolutamente precario. No tienen condición laboral digna, no están en blanco ni sindicalizados. Ellos quieren tener un puesto en el ferrocarril, bajo convenio, en forma permanente”.

“En el caso de los ferrocarriles hay toda una estructura para sostener y son necesarios cada vez más trabajadores. Ellos venden ahora todo tipo de cosas y hace muchos años que realizan estas tareas en los trenes”, dijo Marino en La Vuelta.

En ese marco, la ministra de Seguridad, Nilda Garré, advirtió que el Gobierno tendrá una posición “muy estricta” ante la interrupción de los servicios esenciales porque, según dijo, “no se pueden negociar las demandas en condiciones extorsivos”.

En la misma línea se expresó la presidenta ante el parlamento el martes. Cristina Fernández cuestionó las medidas de fuerza que afectan los servicios públicos y remarcó que no iba a ser “cómplice” de ese tipo de manifestaciones.