Habrían encontrado rastros genéticos de Araceli Ramos en la casa de Puán 3754, Caseros, adonde la joven había ido a una entrevista de trabajo de la que nunca volvió. La información fue revelada por una nieta de Aída Amoroso, la mujer de 80 años dueña de esa vivienda, quien también está desaparecida.

"Aparentemente encontraron desechos toxicológicos en la casa de mi abuela. La verdad, no sé qué decirle, es todo muy... Muy mal", dijo, en declaraciones radiales.

"No entiendo lo que está pasando", agregó.

El 30 de septiembre pasado, Araceli Ramos salió de su casa -situada en Loma Hermosa- a las 14.30. Dejó una nota en la que avisaba que la habían citado en Puán 3754 por una entrevista de trabajo. Como no regresaba, su madre, Griselda, comenzó a llamarla por teléfono.

Como Araceli no contestaba el celular, la mujer decidió ir a la dirección que figuraba en la nota: Puán 3754, Caseros. Se encontró con que había una vivienda deshabitada.

Cuatro días más tarde, efectivos de una comisaría de San Martín allanaron la vivienda, pero no hallaron rastros de Araceli. Tampoco encontraron a la dueña de la casa, Aída Amoroso.

Los investigadores se llevaron una botella de cerveza, en la que los peritos hallaron huellas digitales de Walter Vinader, un ex prefecto de 37 años, hoy, único detenido.

Vinader es amigo del hijo de una amiga de Aída Amoroso. Según vecinos de Puán 3754, frecuentó la casa hasta las últimas semanas.

Vinader tenía más de 20 llamadas telefónicas con Araceli. Creen que se conocieron por medio de Facebook y que él le ofreció un trabajo por un sueldo de $ 4000.

Hoy, la nieta de Aída Amoroso que habló en declaraciones radiales y contó que lo conocía, que lo vio por última vez en agosto, el fin de semana del Día del Niño. Recordó que "se mostraba muy cariñoso, muy afectivo" con su abuela y dijo: "Yo le creía". Enseguida lanzó: "Es un enfermo total".