Según las organizaciones no gubernamentales involucradas en la temática, las comisarías siguen sin cumplir con el plan de búsqueda de personas. "El problema principal es que las comisarías siguen sin recibir las denuncias por desaparición de personas antes de que transcurran al menos 48 horas del hecho", denunció por Continental Isabel Yaconis, de Madres del Dolor.

Esta falta se contradice con la primera regla del protocolo creado luego del secuestro y posterior asesinato en Hurlingham de Candela Sol Rodríguez, en 2011, que estipula que las denuncias de este tipo deben ser recibidas en el mismo momento en que se realizan. En el caso más reciente, de Araceli Ramos, la chica de 19 años cuyo cadáver fue encontrado el viernes en La Matanza, su madre intentó alertar a la policía sobre la desaparición de la joven el mismo día en que salió a una supuesta entrevista de trabajo y no regresó, doce días atrás.

"El gran error es que, al no tomarse rápidamente la denuncia, se pierden esas primeras seis horas clave para la investigación", explicó Yaconis en Magdalena Tempranísimo. "El protocolo en la teoría es perfecto, pero muchas cosas no se ponen en práctica", deploró.

No todas las críticas contra el proceso de investigación son dirigidas a la policía. Juan Carr, fundador de la Red Solidaria, considera que la comunidad también es parte del problema. "La sociedad tarda en reaccionar ante este tipo de casos. No se organiza en las primeras horas, que siempre son vitales en estas situaciones", sostuvo.

El procedimiento es un proceso "dinámico", que consta de varias partes que son correlativas. Esto significa que primero se debe terminar con una fase investigativa antes de pasar a la siguiente.

En teoría, el primer paso es la toma de la denuncia por desaparición de persona de forma inmediata, para así poder comenzar con el proceso de investigación dando el alerta a la fiscalía de turno. "Luego se da intervención a la fiscalía especializada en trata de personas, porque nunca se sabe si ya hay una investigación judicial relacionada con la persona que está siendo buscada o con algún sospechoso señalado", indicó la misma fuente.

El segundo paso es determinar si hubo o no una causa que explique la fuga, para descartar si la persona a ser buscada se fue de su hogar por una cuestión familiar. Si no existe un motivo plausible que explique la ausencia, se comienzan a analizar las últimas interacciones de la persona desaparecida en las diferentes redes sociales, especialmente Facebook y Twitter.

Luego se pasa a revisar los registros de las estaciones de trenes y colectivos cercanas, para ver si la persona que se busca compró un pasaje a algún destino. Por último, y si lo anterior no arrojó resultados positivos, se realizan anillos de búsqueda y rastrillajes en todas las zonas, y se intervienen los teléfonos.

"Poner en marcha todos estos elementos depende del fiscal que toma intervención en el hecho. Si se hace con celeridad, en aproximadamente 12 horas se llega a la última etapa", explicaron fuentes judiciales. Siempre se notifica a todas las fuerzas de seguridad, con las que además se constituye un comité de emergencia abocado al caso.