Los investigadores del crimen de Ángeles Rawson siguen la pista de un móvil pasional o económico, luego de que la autopsia del cuerpo de la joven de 16 años arrojara que no hubo abuso sexual.

En ese marco, la fiscal del caso María Paula Asaro ordenó allanar la casa donde Ángeles vivía con su mamá, su padrastro y un hermano e hijo anterior de éste.

También se ordenaron peritajes sobre la soga que fue encontrada en el cuerpo sin vida de la menor, alrededor de su cuello.

Entre otros datos, se conoció que su cadáver fue puesto en bolsas de residuos de alta resistencia. Además, se supo que su padrastro era aficionado a la pesca.

Los investigadores buscaban determinar si Ángeles estuvo en su casa antes de ser asesinada y se estima que también analizaron la
computadora utilizada habitualmente por la chica para navegar por internet e ingresar en las redes sociales, en busca de pistas que
permitan avanzar en la pesquisa.