TE presentó en esta ciudad, dentro del Congreso Mundial de Móviles que comenzó el lunes y termina el jueves próximo, un teléfono inusual: usa la cámara del frente del equipo para identificar al usuario.

Pero no lo hace mediante el reconocimiento de rostros, una técnica que debutó hace tiempo, pero que nunca fue adoptada en forma masiva, porque presentaba (para la sofisticación que tenían entonces los teléfonos) algunos problemas de seguridad.

El ZTE hace uso de una tecnología desarrollada por la compañía EyeVerify, que se llama Eyeprint ID: lo que hace es usar la cámara frontal del teléfono, de 8 megapixeles, para hacer un escaneo ocular, registrando al ubicación y el patrón de las venas del globo ocular, únicas para cada persona, que usa como contraseña.

Según la compañía, estos patrones son muy estables con el paso del tiempo y no son afectados por alergias, fatiga u ojos rojos. Y no requiere más que una cámara convencional, aunque no funciona con poca luz, ya que debe verse el blanco del ojo.

Más allá de eso, el ZTE Grand S3 tiene un hardware convencional: pantalla Full HD de 5,5 pulgadas, 3 GB de RAM, procesador Qualcomm Snapdragon 801, cámara principal de 16 megapixeles con flash de doble LED, conectividad LTE y una batería de 3100 mAh. Usa Android KitKat y ZTE dice que usará esta tecnología en todos los próximos modelos de la línea Grand.