Houd Sound surgió en 2012 después de que el ingeniero de sonido David Sandoval y el diseñador industrial Gustavo Huertas crearan un modelo de parlante que permite escuchar música en cualquier lugar y aprovecha la belleza de la madera.

"Teniendo en cuenta la sensibilidad de la gente por el diseño dentro de sus espacios y accesorios, encontramos un mercado para comenzar a diseñar sistemas de sonido acompañados de un diseño que estuviera al alcance de todo el mundo", indicó Sandoval.

Los diseños han llegado desde su plataforma de venta en línea a Estados Unidos, Singapur, Bélgica y Australia, entre otros, con lo que el mercado internacional ya representa un 5 % de la facturación total de esta empresa, que en el país comercializa sus productos en ferias y tiendas de diseños y de manera directa.

Sandoval explicó que su intención es ofrecer "aparatos portátiles que vayan de la mano con el ritmo de vida que está llevando el ser humano".

Así han desarrollado dos líneas de producto: la acústica o pasiva y la tradicional, también conocida como activa o eléctrica.

Los primeros son cajas acústicas pensadas como bocina y cuya forma cóncava hace que el sonido se amplifique al tener contacto con la superficie, explicó Sandoval.

Para ello adecuaron el principio del resonador de Helmholtz y elaboraron una cavidad que permite absorber el sonido emitido por celulares o tabletas, especialmente de Apple, y amplificarlo.

"Tienen un alcance de 20 decibeles, cerca de cuatro veces más que el sonido de un celular", agregó Sandoval en referencia a estos productos cuyo valor oscila entre 90.000 y 160.000 pesos (entre 40 y 70 dólares).

Los parlantes son hechos en maderas de alta densidad y certificadas ambientalmente, la mayoría de los llanos orientales y del sur del país, para que el sonido viaje mejor y tenga una resonancia más adecuada.

Por su parte, la línea activa utiliza la amplificación tradicional e incluye un sistema inalámbrico o bluetooth, cuenta con una potencia de 80 vatios y una batería de litio.

"Tratamos de que esté acompañada de diseños y objetos relacionados con el espacio en el que van a estar", aseguró este emprendedor, quien detalló que importan estos parlantes desde Estados Unidos.

El cliente escoge el diseño de su gusto y se imprime en lona canvas por un valor que oscila entre 500.000 y un millón de pesos (entre 206 y 413 dólares).

Según Sandoval, desde 2012 empezaron a desaparecer las empresas colombianas que diseñaban sistemas de sonido debido a la incursión de productos provenientes de China, que tienen un menor costo.

Esta coyuntura les permitió identificar dos líneas de negocio: la venta de parlantes y la adecuación de sistemas de sonido para hoteles, restaurantes y clínicas, entre otros.

Sus servicios y ventas les permitieron facturar en su primer año de operación cerca de 40 millones de pesos (16.500 dólares), para finales de 2014 esperaban 80 millones (33.000 dólares) y para este año aspiran a un crecimiento de entre el 30 % y el 50 %.

"Estamos en el proceso de búsqueda e inversión para mercadeo, optimización de producción y expansión internacional", concluyó Huertas.