La iniciativa, propuesta por la Comisión Europea, busca que los consumidores no deban comprar un nuevo cargador cada vez que cambian su teléfono móvil que, según el fabricante, suelen tener fichas diferentes.

En ese sentido, la medida también tiene entre sus objetivos reducir la cantidad de residuos, así como contribuir en la disminución del precio de los dispositivos.

"Me alegra que estemos de acuerdo en la introducción de un cargador común. De esta manera, respondemos a los intereses de los consumidores y también a los del medio ambiente. Se va a poner fin a la aglomeración de cargadores y a 51.000 toneladas anuales de residuos”", sostuvo la eurodiputada alemana Bárbara Weiler, expositora de la medida, en un comunicado.

Además de teléfonos y tablets, la unificación de los cargadores alcanza también a otros equipos radioeléctricos, entre los que se incluyen módems, controles remotos de coches y cámaras digitales.

De todas formas, será la Comisión Europea la encargada de determinar las categorías de los dispositivos deberán cumplir con esta normativa, "a través de la información proporcionada por los Estados miembros y después de una estricta evaluación", según se informó de forma oficial.

El proyecto, que llegó al Parlamento con la aprobación previa de los 28 Estados miembros, fue aprobado con 550 votos a favor, 12 en contra y 8 abstenciones.

A continuación, el proyecto será girado a la Comisión Europea y tras su aprobación, será remitido a los Estados miembros, que tendrán un plazo de dos años para refrendarlo en sus respectivas legislaciones.

A su vez, los fabricantes tendrán un año más para adaptar su esquema de producción, por lo que estos disponen desde ahora de un plazo de tres años para adapatarse por completo a la nueva legislación.

"El Parlamento pretende que estas nuevas normas no perjudiquen en particular a las pymes, aumentando la burocracia, pero sí que se garantice un nivel alto de protección de los consumidores y el uso más eficaz del espectro radioeléctrico, la vigilancia del mercado y un mayor grado de coherencia con el nuevo marco legislativo", aclaró en un comunicado el pleno de la Eurocámara.

Según la revista especializada PC World, la mayoría de los móviles que se comercializan en la Unión Europea ya utilizan un cargador estándard, "pero la movida podría significar un dolor de cabeza para Apple y Nokia", cuyos cargadores no lo respetan.