Cuando Steve Jobs encaró a su audiencia en el evento MacWorld en San Francisco confesó: "Esperé este día durante dos años y medio". Con esa frase comenzaba a deslizar que lo que estaba a punto de presentar sería algo grande.

Para enero de 2007, los rumores de que Apple presentaría un teléfono se habían multiplicado. Sin embargo, Jobs se permitió jugar un poco con su audiencia al comienzo de su presentación: "Hoy no vamos a presentar un producto revolucionario, sino que vamos a mostrarles tres: primero, un iPod con pantalla ancha y controles táctiles; segundo, un teléfono móvil revolucionario y tercero, un sistema novedoso de comunicación online".