Si bien la compra de Nokia por parte de Microsoft se remonta a septiembre de 2013, la compañía fundada por Bill Gates heredó los smartphones con Android (competidor de Windows Phone) porque la fusión entre las empresas se cerró recién este año, por un retraso regulatorio.

Así, antes de que el trato estuviera cerrado, la empresa finlandesa lanzó en febrero los Nokia X, con el objetivo de bajar los costos y hacer pie con teléfonos más económicos en mercados emergentes, como la India.

Los dispositivos utilizaban piezas de código abierto de Android combinadas con aplicaciones y la estética de Windows Phone.

El último móvil de esta línea, el "Nokia X2", fue presentado a fines de junio como un "teléfono económico" cuyo precio de mercado alacanzaba los 134,5 dólares (1094 pesos).

"Nuestro plan es convertir ciertos diseños de Nokia X en productos Lumia con Windows. Esto construirá nuestro éxito en el espacio de los smartphones económicos", sentenció hoy Nadella al comunicar los 18.000 despidos.