Se trata de una capa protectora que posee una "energía elástica" que “funciona como un resorte que rebota después de ser comprimido”, informó un técnico de la compañía en declaraciones reproducidas por el diario japonés Nikkei.

La responasble del desarrollo es Natoco, una pyme fabricante de pinturas que también produce films protectores para las pantallas de smartphones.

Cuando el recubrimiento recibe un arañazo, parte de la superficie se comprime de forma momentánea y, dada su composición en base a plásticos acrílicos, el surco se cierra de inmediato.

El revestimiento no es inmune por completo a los daños: un golpe fuerte puede provocar que la cobertura de protección se desprenda y así dejar expuesta la superficie del dispositivo, informó Nikkei.