En el encuentro, que comenzó ayer, se exhiben humanoides dotados de sensores para el reconocimiento humano y con sistemas de navegación que les permite esquivar obstáculos y personas sin provocar daños.

También se exponen robots con movimiento autónomo que pueden cumplir la función de mozos, azafatas o asistentes sociales, y ser capaces de trasladar paquetes.

En la convención estará presente NAO, un robot de 58 centímetros de altura que, además de venderse como juguete es capaz de dar clases o manejar pizarras interactivas, por lo que funciona como plataforma educativa.

NAO también cuida enfermos y colabora en tratamientos terapéuticos, por ejemplo en niños con autismo o problemas de movilidad, a los que transmite mensajes de ánimo y asiste para un correcto entrenamiento.

"La robótica humanoide está avanzado a pasos enormes y es previsible que su presencia se generalice en los hogares en los próximos años", afirmó la directora del Departamento de Ingeniería de Sistemas y Automática de la Universidad Carlos III, Dolores Blanco, en declaraciones a la agencia española.

Pese a su predicción, Blanco reconoció que aún debe perfeccionarse la capacidad de interacción de los robots con los humanos para que se conviertan en herramientas realmente útiles, ya que "no es fácil" aún dotarlos de habilidades como caminar, subir escaleras, o sentarse.

El evento, cuya su edición española está organizado por la Universidad Carlos III, es considerado el más importante del mundo en la materia y cuenta con el auspicio de la Sociedad de Automatización y Robótica del Instituto de Ingeniería Eléctrica y Electrónica (IEEE-RAS).

Entre los participantes están Masayuki Inaba, de la Universidad de Tokio; Alin Albu-Schäffer, director del departamento de robótica del Centro Aeroespacial en Alemania (DLR); Jerry Pratt, del Instituto de Cognición Hombre-Máquina de Florida (IHMC) en Pensacola (EEUU), y Carlos Balaguer, del Robotics Lab de la Universidad organizadora.