El premio Nobel peruano Mario Vargas Llosa y el escritor nicaragüense Sergio Ramírez abrieron anoche el VI Congreso Internacional de la Lengua Española en Ciudad de Panamá, en una ceremonia en la que se ensalzó el español y el libro, tema central del encuentro.

"Necesitamos defender y cuidar nuestra lengua. No cerrándola desde luego a las influencias extranjeras, sino abriendo las puertas y ventanas del español para que las influencias extranjeras vengan a enriquecerla, así como el español en esos intercambios lingüísticos enriquece a otras lenguas hermanas", proclamó Vargas Llosa, según informó DPA.

En el Centro de Convenciones Atlapa, junto al Pacífico, y ante el príncipe Felipe, el presidente anfitrión Ricardo Martinelli y los responsables de la Real Academia Española (RAE) y del Instituto Cervantes, el autor de "Pantaleón y las visitadoras" propuso mantener la cohesión del idioma español a la vez que se dinamiza "su modernidad y actualidad".

"Entre esas maneras de querer y respetar y enriquecer nuestra lengua, impidiéndole que se empobrezca y se degrade, están certámenes como el que inauguramos hoy día", sostuvo Vargas Llosa (Arequipa, 1936).

Bajo el lema "El español en el libro: del Atlántico al Mar del Sur", el Congreso abordará hasta el miércoles el pasado, presente y futuro del libro, a la vez que celebra los 300 años de la RAE.

Entre quienes hablarán en la máxima cita del idioma se cuentan los españoles Rosa Montero, Soledad Puértolas y Juan Luis Cebrián, los colombianos Héctor Abad Faciolince y William Ospina, el chileno Antonio Skármeta, el peruano Julio Ortega, el mexicano Gonzalo Celorio y el argentino Guillermo Martínez.

"No se puede navegar ni militar bajo otra bandera que la del panhispanismo", proclamó el director del Instituto Cervantes, Víctor García de la Concha.

Organizado por esa institución, la RAE y la Asociación de Academias de la Lengua Española, el evento cuenta con la asistencia de más de 200 académicos, escritores, directores de bibliotecas nacionales, editores y otros profesionales vinculados al español, "una de las lenguas más dinámicas, más extendidas y modernas del mundo", en palabras de Vargas Llosa.

"Si en cada uno de los países de Hispanoamérica se hablara una lengua diferente, viviría yo también a la fuerza ese síndrome de Babel que obliga a despreciar la propia lengua para entregarse sin consuelo a otra de mayores posibilidades", aseguró por su parte el escritor nicaraguense Sergio Ramírez.

El autor de "Margarita, está linda la mar" definió el español como una lengua "vasta, cambiante y múltiple, sin fronteras ni compartimentos, que en lugar de recogerse sobre sí misma se expande cada día, haciéndose más rica en la medida que camina territorios, migra".

En una colorida ceremonia de apertura, dominada por bailes autóctonos del país afitrión, el director de la RAE, José Manuel Blecua, fue quien más directamente abordó el tema del encuentro.

"El libro es fundamentalmente un camino de los conocimientos, de la historia, de la educación, del entretenimiento y, también, una visión de la vida humana", indicó Blecua.

El príncipe Felipe, por su parte, se refirió al lector. "Un buen lector es alguien dispuesto a dialogar y, en consecuencia, abierto y preparado para la discusión razonada de la cosa pública y de los problemas sociales", exoplicó, tras transmitir "el más afectuoso saludo" de los reyes Juan Carlos y Sofía, que por primera vez no asistieron a un Congreso de la Lengua.

"En el ámbito estrictamente individual, en el plano de la realización de la persona, un buen lector es un hombre capaz de `vivir reviviéndose` de continuo, ya que, como decía Goethe: `cuando se lee, no se aprende algo; se convierte uno en algo", aseguró.

Tras Zacatecas, Valladolid, Rosario y Cartagena de Indias, la Ciudad de Panamá se convirtió también en la "capital de la lengua española".