“La paradoja de las vacaciones es no es tener la obligación de ser felices. Ser feliz es un resultado, no un objetivo en sí mismo”, remarcó el psicoterapeuta, coordinador de Talleres de Salud Mental del Hospital Pirovano, Miguel Espeche.

 

“Somos habitantes de una cultura del consumo, nos empaquetan fácilmente y nos venden paquetes. La felicidad no es algo que se compra un día viernes y lo tenemos asegurado…”, reflexionó el profesional.

 

“Para muchos, la única semana que tienen de vacaciones es un suplicio: los chicos están nerviosos

 

“Si hay una receta para la infelicidad es pensar permanentemente que la felicidad está en otro lado”, resaltó.

 

“Lo primero que hay que hacer para ser feliz es no creer que un psicólogo te puede dar la respuesta. La felicidad tiene que ver con los afectos”, enfatizó Espeche.

 

“Lo que genera estados depresivos es pensar en un ideal y creer que allí está la felicidad. Cuando comparamos nuestro ideal con la realidad, siempre pierde la realidad. Tenemos que ser concientes de que vamos a armar nuestra vida con lo que tenemos, no con lo que no tenemos”, sostuvo.