Una lluvia de meteoros con una intensidad excepcional, sólo visible desde Estados Unidos y Canadá, podría darse la noche de viernes a sábado.

Este espectáculo de estrellas fugaces podría ocurrir cuando la Tierra atraviese por primera vez, en la noche del 23 al 24 de mayo, un enjambre de desechos procedente del cometa 209P/LINEAR, descubierto en febrero de 2004 y cuya órbita alrededor del Sol le lleva cinco años.

"Por ahora nadie sabe exactamente lo que pasará porque será la primera vez que la Tierra atraviese esa nube de material procedente de este cometa", explica a la AFP Bill Cooke, director de la oficina encargada de estudiar los meteoros en la Nasa.

"En realidad es la gravedad de Júpiter la que atrajo esta masa de desechos en la órbita de la Tierra y por lo tanto será la primera vez que la humanidad podrá ver fragmentos de este cometa quemarse en la atmósfera", añade.

Pero, aclara el astrónomo, "no sabemos si será un gran espectáculo porque del cometa no se desprenden muchos desechos actualmente y no tenemos forma de saber lo que producía hace doscientos o trescientos años".

"Si el cometa larga muchos fragmentos, tendremos un lindo espectáculo, con 200 meteoros por hora. Si, por el contrario, hay poco material, no pasará prácticamente nada", dijo el científico, precisando que el mejor momento de observación será entre las 06H00 y las 08H00 GMT del sábado 24 de mayo, es decir entre las dos y las cuatro de la madrugada en la costa este de Estados Unidos.

En el mejor de los casos, esta lluvia de estrellas fugaces podría ser tan espectacular como la que se da cada año a principios de agosto, durante el paso de las Perseidas, en el que se pueden observarse más de un centenar de meteoros por hora. Las perseidas provienen del paso del cometa Swift-Tuttle cerca del Sol.

El enjambre de meteoros en la noche de viernes a sábado acompañará el sentido de rotación de la Tierra, lo que hará que su velocidad de entrada en la atmósfera será menor que la de la mayoría de las lluvias anuales de estrellas fugaces, aclaran los astrónomos.

Esta lluvia de estrellas fugaces tiene el nombre de "Camelopardalidas" de mayo, del nombre en latín de la constelación de la Jiraja, "Camelopardalis", que se ubica cerca del polo celeste Norte, entre Casiopea y la Osa Mayor.

El cometa 209P/LINEAR es poco brilloso y de tamaño pequeño, con un diámetro cercano a los 600 metros, mientras que muchos de estos
cuerpos celestes miden decenas de kilómetros de diámetro. El 29 de mayo, el cometa estará en el punto más cercano a la Tierra, a 8,3 millones de kilómetros.