Gonzalo Molina se convirtió el último lunes en el campeón nacional de Malambo. “Es el logro más grande que un malambista puede tener”, admitió con orgullo.

Molina, de 24 años, hace 15 que se dedica a bailar, desde que su primo le enseñó a zapatear. “En mi familia casi nadie se dedicaba a bailar”, reconoció el artista, oriundo de Santa Rosa, La Pampa.

“Acá se sigue mucho el malambo. Nosotros teníamos dos campeones: en el ’94, Fernando Rossi y en el ’97 Sergio Pérez. Ahora somos tres”, destacó.

“Lo esencial para este baile es la parte física y también la mental; es un 50 y un 50. Las categorías se dividen en distintos tiempos”, precisó el bailarín.

Molina, explicó que “la respiración juega un rol fundamental en esto; hay que lograr que no se note el cansancio. Salir a correr me ayudó mucho”.

Carrera de un malambista. “Pasando los 30 años se complica”, afirmó en La Vuelta.

“Nosotros usamos botas de potro, que son las de cuero, más silenciosas que las que se usan en el norte, que tienen más taco”, detalló.

“Esta es la meta de todos”, dijo Molina, quien aclaró que también existe el malambo femenino.