El intendente de la localidad neuquina de Aluminé, Andrés Méndez, indicó que los incendios en bosques nativos, iniciados en Ruca Choroi y en la zona de los lagos Pilhué y Ñorquinco, "son muchos más graves que el del año 87" y que "lo mejor que nos podría pasar es que el clima nos empiece a favorecer un poco".

 

Hasta el momento, el incendio afectó 4.500 de las 520.000 hectáreas con las que cuenta el departamento Aluminé, concentrándose en Ruca Choroi y en Ñorquinco, a 30 y 50 kilómetros de Aluminé, respectivamente.

 

Además, Méndez informó que un nuevo foco de incendio se sumó en la zona de Paimún, pero que "está contenido" por el trabajo de los brigadistas, y destacó que los siniestros que afectan bosques en la zona son "de una magnitud importante" y "más graves que el del año 87".

 

"Hoy vamos a hacer un cortafuego que, si el viento sigue soplando hacia el sudeste, evitará que siga avanzando el fuego que ya superó la costa sur del lago Ñorquinco y entró en terrenos del Pulmarí", contó en diálogo con la radio LU5 de la capital neuquina.

 

Asimismo, añadió que "lluvia no hubo, llovió en el lago Aluminé, en Junín de los Andes, pero no en la zona donde se concentran los incendios. La temperatura bajó notablemente lo que nos permitió realizar una picada y empezar a hacer el cortafuego. Pero si los vientos no nos favorecen la tarea, no hay cortafuego que valga".

 

"Lo mejor que nos podría pasar es que el clima nos empiece a favorecer un poco, que los vientos mermen, que bajen las temperaturas y que llueva un poco", dijo el intendente.

 

Desde el gobierno provincial informaron que además de los 400 brigadistas y las 100 personas de logística, se utilizan 5 aviones hidrantes, 16 máquinas viales, dos helicópteros y 10 autobombas. También se montó un campamento móvil de evacuación, dos equipos sanitarios del SIEN, un centro de operaciones de emergencias y dos comandos de incidentes (Ñorquinco y aeródromo de Pulmarí).

 

El fuego consumió también zonas de pastoreo y veranadas de comunidades rurales y mapuches que residen en la región, y se perdieron bosques milenarios de araucarias, ñires, lengas y otras especies nativas.