Se cumplen cincuenta años de la tristemente célebre Noche de los bastones largos, que provocó la renuncia inmediata y el éxodo de mil cuatrocientos científicos, pérdida de la que el país jamás se recuperó totalmente. 

Por Continental, Sergio Morero, periodista, testigo de los hechos y autor de un libro sobre el tema, enfatizó que "La noche de los bastones largos truncó una universidad de excelencia científica, y también acabó con la autonomía universitaria. Las consecuencias fueron terribles, fue el primer éxodo de profesores e incluso de alumnos por persecuciones. Esa fue la noche que la Guardia de Infantería estrenó los bastones largos de madera para reprimir. Lo más sangriento fue en Ciencias Exactas y quedó como la imagen emblemática, pero ocurrió en todas las facultades", rememoró Morero.