El Registro Civil de la ciudad de Buenos Aires ya no exige un trámite especial para aceptar nombres raros. De esta manera, los padres ya tienen vía libre para elegir el nombre de su preferencia para sus hijos. Con esta nueva medida, ya no importa el origen del nombre: la única limitación es que no "lesione el honor" del bebé ni resulte ofensivo.

Hasta el año pasado, la elección del nombre debía coincidir con alguna de las 9.807 opciones incluidas en un listado oficial. Si los padres querían bautizar a su hijo con una denominación por fuera de esa nómina, tenía que pedir una autorización especial. Y sólo cuando el uso de un nombre fuera aprobado tres veces por las autoridades del Registro Civil porteño, pasaba a integrar la lista oficial y podía ser elegido sin un pedido previo especial.

Desde que entró en vigencia la reforma del Código Civil, en agosto pasado, se eliminaron las restricciones a nombres no incluidas en la nómina oficial. Sólo durante 2014, otros 100 nombres, en su mayoría extranjeros de diverso origen, fueron aprobados. Entre ellos figuran, por ejemplo, los nombres de varón Kenzo, Yurii, Ikki, Lemmy, Asiel, Tomoki y Calix, y los de mujer Guilit, Conzuelo, Cosette, Evolet, Nahyara y Arin.

Ahora, sin esas restricciones, se abre un amplio abanico de posibilidades para nombrar a los niños, incluyendo Onur y Sherezade, que está popularizando la novela turca "Las mil y una noches".

En el Registro Civil recordaron que el único límite en la elección de un vocativo será que "no lesione el buen nombre y honor" de la criatura. "Si no es ofensivo ni grotesco, aunque sea raro, no pedimos ningún trámite especial. Se trata de la aceptación de la libertad paterna en la elección del nombre de un hijo, a veces relacionada con cuestiones religiosas u otras, sobre las que no se piden explicaciones", explicó la directora general del Registro Civil de la Ciudad, Ana Lávaque en Bravo.Continental.

También dejó de exigirse que los nombres que en sí mismos no determinan sexo sean acompañados por un segundo nombre que lo especifique.

En cuanto a las estadísticas de los nombres más elegidos, en la provincia de Buenos Aires, en los últimos años los nombres clásicos mantienen el liderazgo. Un dato es que crecieron con fuerza los vinculados a figuras religiosas tras la elección de Jorge Bergoglio como Papa. Y, entre los no habituales, algunos nombres que se registraron en los últimos años fueron Anouk, Ahren, Uziel y Unai.