Leonardo da Vinci pintó el rostro de Lisa Gherardini, "la Gioconda", en lienzo, una década antes de plasmar en madera de nogal la sonrisa más enigmática de la historia del arte, defendió hoy una fundación suiza según la cual el retrato que se exhibe en el Louvre es una nueva versión de aquel original.

La fundación afirma que ya en el siglo XVI varias fuentes alertaron de que Leonardo había creado dos versiones de la Mona Lisa, una para el marido de Gherardini y otra para Giuliano de Medici, su patrón, algo que, según la entidad, las técnicas actuales han confirmado al corroborar que ambos retratos fueron pintados por el mismo artista.

Según distintas fuentes históricas, el obsesivo Leonardo pintó muchas versiones del cuadro además de estas dos. Como casi la totalidad de la obra de Da Vinci, resultaron destruidas en pocos años.  

Conocida como la Mona Lisa de Isleworth, el cuadro presentado hoy es un poco más grande que la Gioconda, sus colores son más vivos, y muestra una chica "más joven" que la retratada por el gran artista del Renacimiento.