El intendente interino de la localidad chubutense de Sarmiento, Rubén Camarda, debió tomar la pala y comenzar a tapar una tumba que había quedado con el ataúd a la intemperie porque el sepulturero del cementerio municipal se tomó el día para hacer trámites personales.

El insólito episodio ocurrió en la pequeña localidad ubicada en la cuenca petrolera del sur chubutense el 26 de febrero pasado y fue revelada hoy por el director de la juventud de esa misma comuna, Rubén Sosa, quien ayudó a Camarda en el rellenado de la fosa mortuoria.

"Nosotros estábamos en el gimnasio con el intendente interino Rubén Camarda, cuando nos llama el intendente Sebastián Balochi , que venía en viaje, para que atendiéramos el reclamo de una familia en el cementerio. Cuando llegamos al lugar nos encontramos con la indignación de unos deudos porque la fosa en la que habían colocado el ataúd de un familiar se encontraba abierta y con solo una chapa como cobertura".

El director de la juventud dijo que "frente a ese cuadro no dudamos, agarró Camarda la pala y comenzó a rellenar, y después yo hice lo mismo y así, turnándonos un rato cada uno, cubrimos la fosa". Fueron los deudos de Eduardo Tracaleo quienes hicieron la queja porque dejaron al difunto en la fosa pensando que al terminar la ceremonia del sepelio la tumba se taparía. Pero grande fue el asombro al día siguiente cuando, al ir para dejar una ofrenda floral, se encontraron con que el cajón estaba a la intemperie, como había quedado el día anterior y decidieron llamar a las autoridades municipales en tono de queja.