Más de 3000 trabajadores de Rasic Hnos., la segunda productora de pollos del país con su marca Cresta Roja, se quedaron literalmente sin trabajo. La empresa cerró sus plantas de procesamiento en Ezeiza y en Monte Grande, donde ocupaba a 1800 personas, en medio de una disputa con el sindicato de la alimentación y crecientes problemas económicos. Si se suman las granjas, el personal afectado supera los 3000 obreros, advirtió por Continental Julio Gramajo, vocero de los afectados.

En La Mirada Despierta, Gramajo denunció que la empresa adeuda aguinaldos y cuotas del sueldo. "Nos deben a cada uno entre 18.000 y 20.000 pesos", puntualizó. En tanto, se espera el despido de otros 200 trabajadores en el sector de granjas, donde laboran unas 1.200 personas. "Queremos que alguien en el Gobierno se entere de lo que está pasando, y el único modo que tenemos es cortando la ruta", se disculpó Gramajo. En este marco, la cartera laboral bonaerense dictó una conciliación obligatoria por quince días, prorrogable por quince días más, mientras las partes negocian. 

El 13 de junio del año pasado, la firma Cresta Roja solicitó ante el Ministerio de Trabajo de la provincia de Buenos Aires un procedimiento preventivo de crisis. Lo hizo en el marco de una convocatoria de acreedores luego de problemas para exportar por pérdida de mercados como el venezolano. Una deuda de casi $2.000 millones, aducen los dueños, "motivó la necesidad de una reestructuración", eufemizaron. Los trabajadores sindicados en Alimentación se negaron a firmar el procedimiento preventivo y a ello se sumó "un conflicto con una célula de izquierda en la planta de Monte Grande", añaden desde la empresa. 

La semana pasada, la compañía despidió a 670 personas. Como reacción, el jueves hubo bloqueos en las puertas de las plantas, que continuaron el fin de semana. También hicieron un corte en la ruta 205, a la altura del cruce de Unión Ferroviaria y autopista Riccheri, que produjo trastornos para arribar al aeropuerto de Ezeiza. La empresa argumenta que, en este contexto, no pueden "vender y facturar" y amenazó con mantener cerradas las plantas mientras los trabajadores se nieguen a firmar el procedimiento preventivo, que le permitiría suspender personal y adelantar vacaciones. "Si no podemos reestructurar, que nos ayuden aumentando la exportación o con subsidios", añaden desde la empresa, que ya viene pagando salarios con el programa del Gobierno que cubre los salarios de empresas en peligro (Repro).