El sacerdote católico conocido popularmente como “el padre Pepe” se irá en diciembre de la parroquia de la villa de Barracas, por las amenazas de parte de narcotraficantes locales.

Fuentes eclesiásticas reconocieron que el cura José Luis di Paola recibió un ultimátum a raíz de sus denuncias de tráfico y comercialización de drogas en ese y otros asentamientos.

No obstante, por Continental, el padre Pepe enfatizó que se establecerá en Santiago del Estero “por una decisión personal de seguir” su “tarea pastoral en el Interior del país”.

Desde Santiago, el padre Sergio Raffaelli describió “la precaria situación de los campesinos” de esa provincia, víctimas de los desalojos y la prepotencia de los empresarios que arrasan sus montes”.

En La Mañana, el religioso acusó a “empresarios relacionados al grupo Macri” de “amedrentar con armas y matones a familias campesinas”.

“Desde mediados de octubre, luego de la intimidación, la gente decidió cortar la ruta 34 en el kilómetro 700 para reclamar igualdad de derechos”, informó.

La noticia no ha tenido repercusión en los medios porteños, pese a que a principios de año una muchacha murió atropellada por una topadora.

En este marco, fue muy crítico con “la actitud del gobernador Zamora, que no los recibe para escuchar sus peticiones”.