Desde agosto, los niños de hasta 12 años o con una altura que no supere los 1,50 metros de altura deben viajar sentados en dispositivos especiales de seguridad ubicados en la parte de los asientos traseros de los autos en la ciudad de Buenos Aires, de acuerdo a una ley que sancionó a mediados de año la Legislatura porteña, pero que pocos cumplen.

Se trata de una modificación de la ley de tránsito que ahora obliga a usar butacas especiales para menores con el propósito de garantizar su seguridad en los vehículos. Hasta ahora, era obligatorio para los menores de cuatro. Además, se dispuso que los menores de hasta 12 no podrán viajar en ningún caso en la parte delantera de los autos, un tope que hasta ahora alcanzaba a los menores de 10 años.

Además, contempla que "el conductor o la conductora, titular o responsable de un vehículo que traslade a menores de 12 años o con una altura menor a 1,50 metros sin utilizar el sistema o dispositivo de retención infantil correspondiente será sancionado con una multa de 100 unidades fijas (UF), las que equivalen al precio de 1,5 litros de nafta de mayor octanaje. En tanto, continúa vigente la prohibición de transportar bebés o niños en brazos en los asientos delanteros.

Por Continental, el médico pediatra Luis Agote destacó que "Las sillas sirven para retener a los chicos. Cuando un coche se detiene bruscamente por una colisión, los cuerpos que van adentro de un automóvil siguen circulando a la velocidad que venían y eso es lo que los lastima. No hay fuerza humana que sostenga a un chico en brazos en medio de una colisión. Estas sillas son el primer eslabón de una cadena de seguridad y prevención", alertó en La Mirada Despierta.