Bandas tocando en plazas; reposeras, lonas y canastas familiares salpicando los parques porteños; niños atentos a cuentacuentos o correteando entre obras de arte en museos, centros culturales y espacios culturales; las veredas repletas de gente en movimientos y característicos minibuses gratuitos dieron color a una intensa Noche de los Museos en la ciudad de Buenos Aires.


Gente a pie, en bicicleta y hasta en rollers recorría los más de 200 museos, centros culturales y edificios históricos que abrían sus puertas en forma gratuita hasta las tres de la madrugada, y que contaron con el predio de la ex Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) inusualmente iluminado y visitado, por primera vez abierto al público de noche.

Desde antes de que comience esta 11ra. edición la gente ya realizaba largas filas frente a las paradas de colectivos y micros de Ronda Cultural con que el Ministerio de Cultura de la Nación invitaba a recorrer circuitos por el norte y sur porteños, en una ecléctica propuesta, desde el Museo Histórico, pasando por el Cabildo y el Museo Evita, hasta la ex Esma.

Sobre avenida Figueroa Alcorta al 3400, frente al Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (Malba), la fila para ingresar a ver la exposición "Antonio Berni: Juanito y Ramona" llegó a superar las dos cuadras.

"Es la primera vez que venimos y estamos sorprendidas por la cantidad de gente, esto va a estar bueno", dijeron a Télam Ángeles, Elizabeth y Silvia, superponiéndose entusiasmadas, tres amigas que organizaron "un mini tour por la ciudad desde el partido de San Martín", para que sus hijos Mailén, Tomás y Juan Darío "conozcan", que continuaría por la Casa del Bicentenario, el Bellas Artes, la Fragata Sarmiento y el Planetario.

Es allí, en el Planetario Galileo Galilei, donde la gente se iba acomodando en el césped, con canastas y reposeras para escuchar el concierto "Zurich Gala del bosque" conducido por el Maestro Ángel Mahler, que reunió a más de 40 músicos y artistas invitados.

"Esto está muy lindo, no vengo acá desde que iba a la escuela y pienso hacer una visita guiada al Planetario con los chicos. Después, si las ganas acompañan, seguimos para el Colón", contó Roberto sentado junto a su esposa Silvana, impulsora de la actividad junto a toda la familia que contaba con mate, café y algunas delicias caseras como parte del picnic compartido.

Más hacia el norte, llegando a la Ex Esma, el Centro Cultural Haroldo Conti marcó un hito abriendo sus actividades con una multitudinaria visita guiada de cien personas, muchos padres con niños pequeños muy interesados en hacerles conocer la historia del predio en el que funcionó uno de los centros clandestinos de tortura más aberrantes de la última dictadura Argentina.

En el museo Malvinas e Islas del Atlántico Sur, inaugurado en junio último, había muchos niños llegados desde el festival María Elena Walsh que un rato antes se realizó en el Ecunhi, una presencia que "tiene que ver con conocer todo, lo que vivimos y la historia de nuestros país", resumió María, mamá de una de las niñas allí presentes.

En el museo grandes y chicos recorrían la inmensa línea de tiempo que recupera la historia del archipiélago, entre ellos Pablo y Lucía, quienes en un juego de palabras resumieron que llegaron con sus hijos a "recuperar la soberanía de las islas".

Gente de todas las edades, parejas, familias con niños pequeños, adultos y jóvenes se paseaban por los jardines iluminados para la ocasión, parte de la transformación de ese espacio marcado por el horror en uno de memoria, derechos humanos y cultura.

El Bellas Artes, en tanto, se veía copado: Mientras en las escalinatas Paloma del Cerro cautivaba a un público que ocupaba media avenida Libertador y bailaba con el mismo entusiasmo que consumía panes rellenos; la fila para ingresar al edifico llegaba hasta avenida Pueyrredón.

Con la música sonando de fondo, adentro se sucedían visitas guiadas en las que el calor obligaba a inventar abanicos improvisados, así como recorridos espontáneos en los que los padres aprovechaban para impresionar a sus hijos en animados diálogos sobre la obras, y los más jóvenes se retrataban en 'selfies' frente a las pinturas de El Greco, las esculturas de la planta baja y muy especialmente, frente a las obras de muestra de seducción y erotismo del siglo XX.

Hacia el sur, en el patio histórico de la Manzana de las Luces el "Duende Cardozo" abría una noche tímida con chacareras y zambas que acompañaban numerosas familias con niños pequeños, aplaudiendo al son de cada ritmo, mientras que un poco más allá otro grupo de gente disfrutaba la noche esperando la aparición de la Orquesta de Cámara "San Telmo", de Gustavo Massú.

Los túneles del edificio que data del siglo XVIII parecían ser una de las mayores atracciones entre los presentes, quienes hacían largas filas frente a las tres bocas que dan sobre Perú para recorrerlos.

Muy cerca de ahí, también sobre Perú, una multitud de niños disfrutaba de los cuentacuentos reunidos en el espacio "La vidriera", mientras que un grupo más correteaba frente al mural de Bioy Casares realizado por docentes de El Recreo y otros tantos se reían esperando el comienzo de uno de los coros que esta noche se presentan en el lugar.

Algo similar al Malba se vivió sobre la avenida Leandro N. Alem frente al futuro Centro Cultural Néstor Kirchner, donde desde mucho antes de las 20, cuando comenzó esta edición de la Noche de los Museos la gente formaba largas filas para subir a los micros de Ronda Cultural del Ministerio de Cultura de la Nación.

Mientras que en el Paseo de la Historia, Mafalda fue sin dudas las más convocante, aunque muchos fanáticos de Quino prefirieron a Susanita y Manolito para fotografiarse y hacerse caricaturas a cambio de un alimento no perecedero, en el marco de la campaña solidaria que la Fundación Banco de Alimentos realizaba en distintos puntos de la ciudad.

Bandas de jazz, clowns y payasos completaban el escenario festivo y multitudinario que a hora y media de haberse puesto en movimiento, en el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires (Mamba) superaba los 900 visitantes a las visiones psicodélicas que propone la muestra "Argentina Lisérgica", informó Gabriela Canteros, voluntaria en esta noche de los museos.

Esta escena se repetía, con más de 500 visitas, dentro de los blancos y grises de la muestra "Cromofobia" que se realiza al lado, en el Museo de Arte Contemporáneo de la Ciudad de Buenos Aires (Macba), indicó Sofía Dourron desde la institución.

Entre las numerosas propuestas se destacó además la actividad dentro del Museo Histórico en Parque Lezama, donde la gente esperaba para conocer al San Martìn interactivo, mientras fuera, en el patio de conciertos, Teatro X la Identidad desarrollaba la obra "El gripo" y el grupo de tango "El aventón", preparaba su dos por cuatro.