La caída del avión privado argentino en aguas del Río de la Plata, frente a las costas de Villa Carmelo, que arrojó un saldo de 5 personas muertas y 4 heridos, ya es investigada por la justicia de Uruguay.
 
Las primeras hipótesis apuntan a que la avioneta se vio afectada en su trayecto por bancos de niebla y que sufrió un desperfecto mecánico importante segundos antes de precipitarse a las aguas del río.
 
La jueza de esa localidad María Alexandra Facal espera por los resultados de las autopsias de los cuerpos de los fallecidos y tomar declaración a todos los sobrevivientes para tener mayores elementos en la investigación.
  
La magistrada ya le tomó declaración al gerente de la firma Kosiuko, Sebastián Vivona, quien estaba internado en el Hospital Orameco, en la ciudad de Colonia.
  
Antes de viajar este miércoles a la Argentina, el gerente de la empresa fue interrogado por la jueza y dijo no recordar lo ocurrido.
  
Al respecto, Raúl Oxandabarat, vocero de la Corte Suprema de Uruguay, precisó que hasta el momento "sólo se pudo interrogar a uno de los heridos, porque la mujer (Paula Buery) estaba en un estado más delicado de salud".
  
La juez tuvo intención de tomar este miércoles declaración a Buery, pero debido al delicado estado de salud de la paciente se postergó la indagatoria hasta que esté en condiciones de prestar testimonio.
  
En los próximos días, los heridos que se encontraban en Buenos Aires, Santiago de Villamil e Ignacio Llosa serán invitados a viajar a Uruguay y de no ser factible, se acudirá a la Justicia argentina a través de exhortos.
 
También Oxandabarat anticipó que en las próximas horas "se van a citar a algunos de los familiares que van a intervenir como testigos".