El teólogo polaco Krzysztof Charamsa, integrante de la Congregación para la Doctrina de la Fe (la otrora terrorífica Inquisición), anunció que es homosexual y que mantiene una pareja estable, en declaraciones efectuados a sólo un día de un Sínodo clave y que fueron calificadas por el Vaticano como "muy graves y no responsables". Andrés Gioeni, ex sacerdote argentino que dejó el ministerio para luego casarse con su pareja, admitió por Continental que "siempre sorprenden este tipo de noticias, pero yo lo veo como una noticia positiva, como algo bueno para la Iglesia. Son cosas que no se hablan y a veces sería bueno hablarlas. Yo siempre digo que la verdad nos hace libres, entonces es mejor saber algo y no que se esté ocultando".

Charamsa expresó en una entrevista al Corriere della Sera, el de mayor tirada en Italia, que "Quiero que la Iglesia y mi comunidad sepan quién soy: un sacerdote homosexual, feliz y orgulloso de mi identidad. Estoy preparado para pagar las consecuencias, pero es el momento de que la Iglesia abra los ojos y comprenda que la solución que propone, la abstinencia total de la vida del amor, es inhumana".

"Quiero decirle al Sínodo que el amor homosexual es un amor familiar, que necesita de la familia. Cada persona, también los gays, las lesbianas y los transexuales, llevan en su corazón un deseo de amor y de familiaridad. Toda persona tiene el derecho al amor y este amor debe estar protegido por la sociedad, por las leyes", agregó el prelado.

La respuesta del Vaticano no tardó en llegar. El vocero pontificio, Federico Lombardi, calificó las declaraciones de Charamsa como "muy graves" y "no responsables", al haberse producido a sólo 24 horas del inicio del Sínodo Ordinario para la Familia, que debatirá -entre otros temas- acerca del trato de la Iglesia a los divorciados y a los gays. Charamsa, que vive en Roma desde hace 17 años, es secretario adjunto de la Comisión Teológica Internacional, adscrita a la Congregación para la Doctrina de la Fe, y da clases de teología entre otros en la Pontificia Universidad Gregoriana. El periódico afirma que es el primer teólogo activo en el Vaticano que reconoce su homosexualidad.