La justicia finalmente hizo lugar al pedido de demanda colectiva de mujeres afectadas por una determinada prótesis mamaria francesa de la marca PIP (Poly Implant Prothese).
 
 Virginia Luna representa a más de 800 damnificada. “Fue un fallo ejemplar para que la Corte revea la necesidad de la denominada ‘acción de clase’. Significa que hay un grupo de personas que representan un daño X. Con esta figura, todas las afectadas deberán recibir una compensación en caso de un fallo favorable”, explicó.
 
“Hay afectada en todo el país, incluso hay mujeres que no saben que tienen puestas estas prótesis mamarias”, sostuvo y agregó que “todos los cirujanos saben qué productos implantan en sus pacientes; la obligación del profesional es entregar un sticker con la marca de la silicona en cuestión”.