En sus épocas como Ministra de Desarrollo Social, Graciela Fernández Meijide estaba muy cerca de Jorge Bergoglio.

“Encontré una cabeza muy abierta, un hombre muy dispuesto a escuchar y alimentar su propio conocimiento; muy tolerante”, describió.

“Hallé un hombre inteligente, respetuoso y muy operativo. Me alegré (por su papado) pero pensé ‘pobre hombre, qué carga le va a tocar. Una Iglesia que está en un Estado que termina expulsando un Papa, que intente ponerle remedio a los problemas evidentes no será sencillo”, agregó.

“Me parece muy extraño que en el entorno del gobierno estén preocupados por ningunearlo…con el trabajo que va a tener no será su prioridad qué está pasando políticamente en Argentina”, evaluó la ex integrante de la Conadep.

“La familia Kirchner poco estuvo preocupada por los temas de sus hermanos del pasado…Alicia Kirchner fue ministra de Desarrollo de la dictadura durante un gobierno de facto en Santa Cruz”, remarcó.

“Lo que le molesta a nuestra presidenta es que una persona dedicada a su tarea, a pesar de sus esfuerzos, la pobreza sigue y hay cada vez más corrupción. Es la obligación de un obispo de informarlo y de un gobierno escucharlo”, aseguró Fernández Meijide.

“Todo en lo que gastamos tanta saliva no es más que una tapadera para demostrar el enojo por la crítica”, remarcó la política.