El intendente de la localidad misionera de Alba Posse, Nelson Carvalho, prohibió la presencia de menores de 15 años en las calles después de las 22, con el propósito de evitar "la vagancia, drogadicción y alcoholismo".
 
Carvalho remarcó en La Mirada Despierta, que el cumplimiento de la restricción esta a cargo de la Policía provincial y rige de lunes a viernes para los chicos "que anden por las calles sin justificativo".
 
Carvalho, quien conduce el municipio desde 2003 en representación del oficialista Frente Renovador del gobernador Maurice Closs, dijo que "la Policía tiene la orden de levantar a cualquier menor que esté en las calles" después de las 22, en cumplimiento de una decisión personal que no figura en decretos, ordenanzas ni comunicaciones institucionales. 
 
La inédita medida del intendente ocasionó polémica en Alba Posse, una pequeña localidad misionera que se encuentra a orillas del río Uruguay, frente a la ciudad brasileña de Porto Mauá.
 
El jefe comunal, aclaró por Continental, que la orden emanada prevé el traslado de los supuestos infractores a una sede policial y un aviso a los padres para que los retiren.
 
La media "se cumple sin excepciones", remarcó Carvalho, quien fundamentó su decisión en la necesidad de evitar "la drogadicción, el alcoholismo y la vagancia", dijo.
 
Al defender su iniciativa, Carvalho dijo que logró "tranquilidad para muchísimos padres que agradecen porque los chicos rebeldes fueron controlados".
 
Con respecto a los cuestionamientos, principalmente de los padres que deben retirar a sus hijos de las comisarías, el alcalde puntualizó que personalmente se siente "el segundo padre de todos los chicos de Alba Posse".
 
"Voy a hacer todo lo necesario para cuidarlos y evitar que algo les pase", subrayó en diáalogo con Nelson Castro.
 
Añadió que además rige "la prohibición de tomar bebidas alcohólicas en la vía pública, sea en la plaza o en la costanera" del río Uruguay, puntualizó.
 
"Los vecinos de Alba Posse pueden salir a caminar tranquilos que no van a encontrar borrachos ni gente molestando. Pero si alguien consume bebidas alcohólicas en la calle, los inspectores y la Policía tienen obligación de derramar la bebida y detenerlos", enfatizó Carvalho.