En Grecia, descubrieron parte del friso del Partenón en una muralla de la Acrópolis ateniense.

Un grupo de arqueólogos encontró por casualidad al menos cinco partes del friso del Partenón que estaban incrustadas como piezas de un rompecabezas en la muralla sur de la Acrópolis.

"Aún no sabemos lo grande que son estas partes, porque están todavía incrustadas en la muralla", informó el arqueólogo Alexandros Martis.

Hasta ahora se creía que estas piezas se habían perdido en una explosión ocurrida en 1687. Los arqueólogos las descubrieron por casualidad al examinar 2.250 fotos en alta resolución de la muralla que habían realizado para comprobar si ésta tenía grietas.

Para ello utilizaron un globo meteorológico que durante semanas se desplazó a lo largo y ancho de la muralla. Las partes del friso se distinguían porque no están hechas de piedra, como el resto del muro, sino del mismo mármol que el utilizado para el Partenón.

Los expertos creen que estas partes, desperdigadas desde la explosión, fueron incrustadas en el siglo XVIII en la muralla para reforzarla. Durante el dominio otomano, la Acrópolis fue utilizada como fortaleza (que era, por otra parte, su cometido original).

En los próximos meses estas partes del friso serán cuidadosamente limpiadas y se trasladarán al nuevo museo de la Acrópolis.

Actualmente, 56 de las 96 planchas del friso se encuentran en el Museo Británico de Londres. Atenas lleva más de un cuarto de siglo exigiendo su devolución. El Partenón es uno de los monumentos más significativos aún en pie de la antigua Grecia, donde nació la cultura occidental.