Luego del brutal ataque de una patota de alumnos contra un compañero discapacitado en Wilde, que filmaron y subieron a internet, las autoridades reconocieron que hubo errores en la protección al menor, que era permanentemente hostigado por los otros jóvenes. La madre del muchacho, que se llamaría Agustín, denunció que su hijo “fue víctima de esos ataques por lo menos otras cinco veces” y que “las autoridades de la Escuela Básica N° 23 no prestaron atención” a sus reiterados reclamos.

El video, subido a Internet por los mismos agresores, muestra cómo por lo menos tres varones y una mujer atacan al adolescente, que cae al piso y recibe golpes de puño y patadas. En todo momento, la víctima intenta defenderse y escapar, pero lo retienen y siguen golpeándolo. Esto se repite varias veces, mientras los atacantes se burlan de la forma en que se expresa en el aula debido a su discapacidad.

Por Continental, el subsecretario de Educación bonaerense, Néstor Ribet, atribuyó el hostigamiento a una “responsabilidad compartida” entre docentes y padres. “Aquí, la responsabilidad tiene que ser compartida por los directivos y los docentes. Pero esos chicos a la mañana salieron de su casa y a la tarde vuelven otra vez. Y ahí estamos los padres. Y, luego, fundamentalmente, quienes tenemos la responsabilidad, como en mi caso, del sistema educativo”, admitió en Magdalena Tempranísimo.

El funcionario informó también que Agustín y sus padres serán asistidos desde la escuela N° 20 y por un equipo de psicólogos. Consideró que se implementaron “estrategias inadecuadas” para prevenir y erradicar el bullying de las escuelas, y alertó que “se iniciarán todas las acciones para que no vuelva a suceder, lo que puede incluir sanciones”.

“Tenemos que ver por qué [los alumnos] estaban solos en el aula en ese momento”, ejemplificó por su lado Eliana Vázquez, directora de Psicología Comunitaria y Educación de la DGCyE, quien definió la situación como “gravísima” y “muy preocupante”. La ONG Bullying Sin Fronteras estima que en el último semestre se denunciaron más de 780 casos de bullying sólo en las escuelas porteñas y bonaerenses.