La ceremonia se llevó a cabo en el Salón Arturo Illia del Palacio Legislativo con la presencia del vicepresidente, Amado Boudou, y del director de la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses), Diego Bossio.

"El nerviosismo que sentí en el Ed Sullivan Show en el `62 ante 50 millones de personas fue un poroto al lado del que sentí hoy al recibir este premio", dijo René Lavand luego de que le entregaron el diploma.

El ilusionista, de 85 años, consideró "inmerecida" y "exagerada" la "compensación" que le otorgó la Cámara de Senadores".
"Me siento muy feliz y agradecido", reflexionó Lavand tras el acto que duró apenas unos diez minutos.

En tanto, el vicepresidente Boudou describió que el Premio Sarmiento es un "reconocimiento de las provincias argentinas a una personalidad popular que le dio mucho al pueblo argentino a través de sus apariciones".

"Recuerdo cuando esperábamos los sábados a la noche para ver en la televisión en blanco y negro a René Lavand y sorprendernos con sus proezas, con su arte y su ilusionismo, con su voz y con su forma de expresarse", puntualizó Boudou.

El presidente del Senado subrayó que "aquel que nos sorprende, nos conquista", al tiempo que destacó a Lavand como "una persona con una habilidad especial que hace un gran esfuerzo para que los demás reconozcamos en él esa posibilidad de superarse".

Lavand nació en Coronel Suárez pero se crió en Tandil desde sus 14 años.

Autodidacta por obligación y creador de técnicas únicas y de un estilo inconfundible que entreteje el arte del ilusionismo con la narración, Lavand debutó en Buenos Aires en la década del `60 en los teatros Tabarís y El Nacional e hizo su primera aparición televisiva en el programa El Show de Pinocho, conducido por el recordado Juan Carlos Mareco.

En 1961 debutó en la televisión estadounidense en el programa de Ed Sullivan y en Tonight Show, con Johnny Carson, deslumbrando a 50 millones de televidentes y dando el puntapié inicial a una larga carrera internacional que lo llevó, en 1983, a España para comenzar la conquista del público europeo y luego asiático.

En el Castillo Mágico de Hollywood, el club privado de ilusionistas y aficionados al ilusionismo más exclusivo del mundo, forma parte del Hall de la Fama, y ha sido considerado por Dai Vernon -gran maestro de maestros- por David Copperfield y por los más representativos ilusionistas del mundo como una leyenda viviente.

Lleva publicados cinco libros de técnicas para su especialidad y dos libros de anécdotas e historias personales, y ha dado una infinita cantidad de seminarios, talleres y conferencias en cuatro continentes para estudiantes y profesionales.

René Lavand ha sido distinguido con una innumerable cantidad de galardones, entre los que se encuentran los notables Premio a la Trayectoria de la Academia de Artes Mágicas de Hollywood y El Premio Artístico de la Cumbre World Magic Summit, reconocimientos no solamente a su técnica y su talento, sino a su incomparable capacidad de -como dice con sus propias palabras- trascender el oficio del ilusionista agregándole belleza al asombro.

El año pasado fue protagonista de un documental sobre su vida que realizó y dirigió Néstor Frenkel, llamado El Gran Simulador, estrenado en el BAFICI y luego en las salas comerciales.