Desde un principio, el plan de disparar contra las gaviotas para que no molesten a las ballenas despertó polémica, pero el primer día del llamativo proyecto generó todavía más controversia. En Puerto Pirámides, Chubut, las aves resistieron a los tiros de aire comprimido y entonces... otro fracaso.

Según publica el diario Jornada de esa provincia, ayer se realizó la primera salida de científicos y tiradores con la intención de eliminar a las gaviotas que atacan a las ballenas francas australes. Sin embargo, un mal cálculo hizo que las aves reciban disparos de aire comprimido con una presión de 120 kilos y balines de 5.5 milímetros, insuficiente para alcanzar el polémico objetivo.

"Las gaviotas recibían el impacto del aire comprimido y caían al agua, pero luego de unos segundos seguían su curso y escapaban sin mostrar signos de algún daño", contó a Jornada una fuente ligada al proyecto.

Durante el día de ayer se esperaban dos salidas y sólo una se llevó a cabo por culpa del viento, que persistía esta mañana.

En la península Valdés, en la sureña Chubut, se concentran todos los años alrededor de 600 ballenas francas australes, la quinta parte de la población mundial, lo que supone una importante atracción que congrega todos los años a más de 100.000 turistas.

Fuentes ligadas al proyecto dijeron, según consignó la agencia EFE hace algunas semanas, que los ataques que sufren las ballenas de las gaviotas hacen que asomen menos su cabeza fuera del agua y, por lo tanto, que los turistas no tengan tantas oportunidades para ver a estos mamíferos en los recorridos en lanchas que se suelen realizar desde las ciudades de Puerto Madryn y Puerto Pirámides.