Un chico de 14 años murió durante un entrenamiento de basquet en un club local. Cuando Santiago Gilliard, junto a otros compañeros, terminaba la práctica con una sesión de lanzamientos libres al aro, cayó desplomado al piso. En ese momento, fue asistido rápidamente por el médico del plantel de la primera de Rivadavia Juniors, que se encontraba en el gimnasio para asistir a la práctica. Se le realizaron intentos de reanimación y, ante la gravedad del cuadro fue trasladado de emergencia al Hospital José María Cullen donde llegó con signos vitales. Pero a los pocos minutos hizo un paro cardíaco y falleció.

El adolescente no tenía antecedentes cardíacos. Y estaba previsto para día martes, el control médico obligatorio  que realiza la Asociación Santafesina de Basquet antes de cada inicio de temporada.

Santiago, venía de una familia amante del basquet. Su padre, Marcelo “Chino” Gilliard, profesor de Educación Física, había sido jugador de varios clubes locales y, últimamente era entrenador. Era el menor de tres hermanos y el único que había seguido los pasos del padre. Como jugador, integró  los planteles del  club Regatas y de la selección santafesina Sub 15, y, actualmente, había pasado a Rivadavia, un populoso club de barrio.

“El menor ingresó con un paro. Se lo reanimó y alcanzó a salir de ese cuadro con la idea de trasladarlo a terapia pero un nuevo paro cardiorespiratorio lo llevó a la muerte porque no respondió a las maniobras de resucitación”, dijo el director del Hospital José María Cullen, Dr. Roberto Chito. Y agregó que “lamentablemente uno siempre puede estar expuesto a que algo inesperado pueda ocurrir. Uno puede morir de muerte súbita, luego de una arritmia”, indicó el profesional.

La pérdida del adolescente caló muy hondo en la legión basquetbolística santafesina y paranaense. Se suspendió el inicio del torneo oficial y está previsto que cuando comience el campeonato se realice un minuto de silencio en todos los partidos en homenaje a Santiago.

El chico, como lo recuerdan sus compañeros, era un líder positivo del grupo, siempre alegre, contagiando a los demás y haciendo bromas todo el tiempo. Y era, además, un jugador con proyección que se destacaba en su categoría, según pudo conocer Clarín.
El presidente de la Asociación Santafesina de Básquetbol, Roberto Monti, indicó que  “el chico era sano, y justo el día posterior (martes) le tocaba el turno para la revisación médica”. La Asociación manifestó, además, su profundo pesar por la pérdida.