El río Luján alcanzó esta tarde los 5,32 metros y llegó alrededor de la Basílica y a sus calles linderas, por lo que se empezaron a accionar las bombas extractoras para sacar el agua de la cripta, al tiempo que se retiraron objetos valiosos de ese lugar como la corona de la Virgen, informaron los sacerdotes a cargo del templo.
 
"El agua entra por los subsuelos como la napa o tiene donde desagotar sube y está ingresando en estos momentos en forma muy lenta", dijo uno de los religiosos y añadió que "cada vez que el río supera los cinco metros teneos esta dificultad no estamos acostumbrados sino pendientes de la rutina".

“La basílica está diseñada en un lugar estratégico, es muy difícil que el agua entre. Pero sólo llega a la cripta. La afección más importante es para quienes viven a la vera del río”, sostuvo el padre Gabriel Paglieri, quien vive en la Basílica de Luján.
 
“Luján creció mucho en los últimos años pero el problema habitacional no fue solucionado”, destacó.