El Centro Forense Nacional de Mongolia se convirtió en la última semana en curioso destino de miles de peregrinos. Es que en su interior se encuentra la momia de un monje budista en posición de meditación hallada hace unos días en Ulan Bator y que, calculan, tendría unos 200 años.

Más allá de ese dato, los budistas insisten en que “no está muerto, si no que está en una meditación muy profunda”. Creer o reventar, que le dicen.