El cáncer de cuello uterino, el segundo más común en las mujeres después del de mama, causa unas 1.800 muertes anuales en Argentina y provoca cerca de 3.000 casos al año, informaron fuentes oficiales.

Los datos se desprenden de un informe del Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires y, según la titular del Instituto provincial del Cáncer, Alejandra Fontao, "la población aún no toma tanta conciencia" sobre el alcance de esta enfermedad.

"Es un cáncer muy fácil de ver y de detectar", señaló la especialista, por lo que recordó la importancia de la prevención y los controles ginecológicos para detectarlo.

El 99,7 por ciento de los casos de cáncer de cuello uterino se produce por el Virus del Papiloma Humano (VPH), por lo que la vacuna contra esta enfermedad de transmisión sexual también es una de las principales armas para su prevención.

La vacuna fue incorporada hace tres años al calendario oficial de vacunación en Argentina y es dada a las niñas de 11 años, una edad que se considera previa a la exposición al virus.

Fontao calificó a esta vacuna como "importantísima", cuya incidencia sanitaria será "enorme, pero se verá dentro de diez años cuando deje de circular la transmisión del VPH".

Aunque la enfermedad sea fácil de detectar, la especialista insistió en una atenta prevención a través de controles como el "papanicolau" y la colposcopía en mujeres con actividad sexual, para diagnosticar de manera temprana cualquier lesión por el virus que con el tiempo derive en un caso de cáncer de útero.

Además, para Fontao es importante "reforzar el tema del preservativo", ya que la combinación con el VIH hace que la infección y el cáncer avancen más rápido.