“Sucedió una fatalidad que no tiene nombre”, relató en Continental la esposa de Federico Bonomi, dueña de la marca Kosiuko y también del avión siniestrado en Uruguay.
 
Cyntia Kern afirmó que el piloto –fallecido- “era como un integrante más de la familia, era una persona de fierro, muy reconocido en su trabajo también”.
 
“Nos comunicamos con los familiares de todas las personas que ya no están; lo que pasó debe ser investigado, no tiene explicación. Leandro era piloto hace 20 años”, subrayó la mujer.
 
“No podemos sacar veredictos…no es algo común, es un avión de alta seguridad, con un piloto altamente calificado. La posibilidad de este tipo de accidentes es realmente mínimo”, subrayó.
 
“Ese avión lo volamos todas las semanas con mi familia, estaba totalmente al día, preparado para volar”, remarcó.