Francia vive inmersa en la polémica tras el anuncio del gobierno de que la escuela recurrirá diariamente al dictado en primaria para mejorar la ortografía de los alumnos. "Para que el aprendizaje sea sólido son fundamentales las tareas repetitivas y la memorización. Los alumnos de primaria deberían realizar dictados diarios", consideró Najat Vallaud-Belkacem, joven ministra de Educación del gobierno de Hollande.

Los sindicatos del sector han calificado su anuncio de "regalo para los reaccionarios". La derecha aplaude, con matices, la iniciativa. "Conocer bien la lengua francesa es la prioridad de las prioridades", ha dicho el ex primer ministro François Fillon, uno de los líderes de Los Republicanos, que como responsable de Educación en 2004 ya hizo una propuesta similar. "Son muchas las investigaciones que demuestran el impacto de los ejercicios frecuentes para fijar los saberes fundamentales", insiste Belkacem.

Según especialistas, los nuevos sistemas educativos y los recientes medios de comunicación, como los mensajes de texto a través de los móviles, han deteriorado la escritura y la comprensión de la lengua francesa hasta extremos que alarman a los docentes. Por Continental, el economista especializado en educación y ex secretario de Energía Alieto Guadagni consideró que, planteado desde ese punto de vista, el proyecto es "interesante". 

La ortografía francesa es una de las más complejas, y el último intento de simplificarla data de 1991. La Academia Francesa pretendió cambiar 800 palabras de las 50.000 existentes de uso corriente. Sustituir la ph por la f era una de las propuestas. Eliminar los acentos circunflejos, otra. Pero la propuesta no fue aceptada.