A partir de la puesta en vigencia del nuevo Código Civil, un hombre de Neuquén decidió llevar el apellido de soltera de su flamante esposa.

Raúl Tames Cayolo relató: “Se me ocurrió hacerlo al revés, somos iguales y propuse tomar su apellido”.

“Nos conocimos trabajando juntos, en la misma empresa. El esposo de mi actual esposa era compañero mío de la facultad. Estábamos casados y teníamos hijos, cada uno por su lado. Luego me divorcié y me mudé a La Plata. Cuando llamo para hablar con mi antiguo amigo, me encontré con ella, ya sola. Ahí intercambiamos mails y tres días más tarde estaba en Bariloche visitándola. En poco tiempo fui a vivir con ella y hablamos de casarnos. Pasaron 10 años y nos llegó el divorcio de mi mujer”, explicó el hombre.