El abogado Gregorio Dalbón, que representa a la mayor parte de los querellantes por la catástrofe ferroviaria de Once, que provocó 51 muertos y casi 800 heridos, fue sancionado por su actitud “provocativa, irrespetuosa y desafiante” durante las audiencias, por las que ya había sido apercibido en tres ocasiones anterioramente. El tribunal reanudará el juicio el lunes próximo.
 
El Tribunal Oral Federal Nº 2 consideró que esta medida es la “única medida” para poder continuar con el juicio oral. Además, el Colegio Público de Abogados le impuso a Dalbón una multa de 5604 pesos y dio intervención al Inadi, por su conducta en las últimas audiencias, cuando dijo que si se sintiera amedrentado por un policía a cargo de la seguridad del juicio, se “le tiraría al cuello y le mordería la yugular” y exteriorizó, además, un rumor que estimaron dirigido a una colega de la defensa.
 
Los jueces afirmaron que la situación generada por Dalbón provocó un cuarto intermedio y “por primera vez desde el inicio del debate, la imposibilidad de continuar con la jornada en desarrollo, interrumpiendo la declaración testimonial que se estaba llevando a cabo”. El tribunal acotó que el desempeño del abogado en las audiencias “se ha visto plagado de provocaciones e invitaciones al conflicto con las personas que presencian el juicio, quienes, al igual que sus representados, resultan damnificados por el hecho juzgado”.

“Esto no es el final, me van a sacar con los pies para delante de este juicio”, subrayó por Continental el propio Dalbón. “En realidad lo que sucede en este tribunal, es que se están poniendo muy nerviosos cuando hago preguntas que apuntan al sindicalismo ferroviario y al asesinato del motorman Andrada. Me dicen que es ajeno al proceso de Once. Yo estoy convencido de que si en cien años no hubo tres hechos como los que hubo en quince meses, hay algo detrás de esto además de la tragedia”, resumió en La Mañana.