"Aun en medio de la conmoción e indignación que produjo el hecho, es importante recordar que toda vida humana es un don de Dios y que como tal debe ser respetada y protegida desde el inicio y luego en todas las fases de su desarrollo, hasta su término natural", dijo Stanovnik en referencia al caso de las dos menores correntinas que quedaron embarazadas.

Las niñas de 10 y 12 cursan el sexto y quinto mes de embarazo, respectivamente, y en ambos casos la Justicia considera que se trata de casos de abusos, por ser menores en edad, pero en el segundo caso no hubo denuncia y no se investiga la violación.

El arzobispo resaltó el profesionalismo de los médicos que intervinieron. "Nos enseñaron que hay dos vidas en juego y que debemos hacer todo para salvar a las dos", remarcó.

"Un niño por nacer, por más que haya sido concebido en circunstancias no deseadas, nunca puede ser considerado un peso del que hay que deshacerse", agregó Stanovnik. Además, destacó que estos dos casos deben llevar a pensar seriamente sobre "cómo estamos educando a nuestros niños" y recordó que "la educación de los hijos es responsabilidad indelegable de los padres".

La niña de diez años fue dada de alta del hospital donde se le hicieron exámenes. Está bien, pero el embarazo es de alto riesgo, por esola Justiciadispuso alojarla con una familia sustituta en la capital correntina.

La nena de 12 años está en su casa con su mamá, quien reconoció que el embarazó fue fruto de una relación consentida con un joven de 19 años, que no quiere hacerse cargo de la situación.