Un estudio realizado en 31 países estima que la prevalencia mundial de la adicción a Internet ronda el 6%. En la Argentina, que no integró la muestra, en noviembre-diciembre de 2014 hubo un 15% más de consultas relacionadas con el mal uso de dispositivos digitales que en igual período de 2013; son datos de Ceeta. En tanto, la Fundación Manantaiales, que trabaja sobre una asistencia integral a las adicciones, registra un aumento del 70 desde 2010 hasta fines de 2014.
 
Por Continental, Laura Jurkowski, psicóloga especialista en adicciones a Internet y fundadora de ReConectarse, “Las personas consultan cuando empiezan a ver los mismos problemas que tienen los adictos a sustancias, como irritabilidad y ansiedad si no pueden conectarse. Y esto termina generando problemas en la familia, el trabajo y otras áreas”. El llamado FOMO (fear of missing out) o temor a quedar desconectado o fuera de circulación en las redes sociales, suele afectar más a prepúberes y a mujeres. Se asocia con trastornos de ansiedad generalizada y fobia social, explicó Jurkowski en La Mirada Despierta.

La terapia utilizada para mitigar esta adicción consiste en ofrecer experiencias turísticas y campamentos para desconectarse de la vida online y reencontrarse con la naturaleza, la espiritualidad y las personas. En cuando a los menores, “los padres tienen la responsabilidad de redireccionar el tiempo libre de sus hijos para que incluya actividades deportivas, juego simbólico, cognitivo, de mesa, solitario y grupal. Es muy fácil darles una tablet y desentenderse, es el famoso chupete”, grafican especialistas.