El sociólogo y politólogo Atilio Borón se refirió a la condición de masón de José de San Martín.

Por Continental, recordó que esta evidencia histórica “ha sido silenciada, aunque algunas cosas se han ido filtrando. Pero como ha faltado una interpretación general de su vida, su trayectoria, sus ideas, (se producen estos malentendidos)”.

“Él viene a la Argentina embarcado en el proyecto de la Logia Lautaro, una logia masónica a la que pertenecían algunas de las figuras no solamente del Río de la Plata sino de la independencia americana. Era una logia que tenía una dependencia muy fuerte con la masonería británica”, señaló.

“A partir de ahí, desarrolló una concepción general y filosófica de su vida que lo hizo siempre ser una persona muy sospechosa ya por nacimiento. Hay un libro del historiador Hugo Chumbita que habla de los orígenes de la familia de San Martín, y plantea que el Libertador era hijo de un español y una india en Corrientes, lo que causó horror en la Argentina. Pero los aportes que da sobre la familia de San Martín son demoledores".

"El color de la tez de San Martín se ha ido blanqueando (en la iconografía oficial), cuando él era un hombre que por ejemplo (Simón) Bolívar (que tenía un enorme afecto por San Martín) lo describe como un hombre ‘de tez amorenada, cetrina’. Pero bueno, forma parte de toda esta historia de falsificación de próceres de nuestra historia”, consideró en La Mañana.

En este contexto ubicó la creencia popular de que los restos del Libertador del Cono Sur están enterrados en la Catedral de Buenos Aires.

“Él prohibió ceremonias religiosas y funerales y todo eso, porque, fiel a la logia masónica y al credo masónico, no quería ser enterrado en un camposanto, administrado según las normas de la fe católica. Él no admite los últimos sacramentos en su lecho de muerte. (Parece que está en la Catedral) porque es un símbolo con una capacidad de atracción popular extraordinaria y entonces a principios del siglo (XX) se decide la construcción del mausoleo, que está colocado fuera del perímetro de la Catedral, no es un terreno sacro. Les convenía a los gobiernos y a la Iglesia (católica) apoderarse de la herencia de San Martín y entonces se construyó de ese modo el sarcófago con los restos del general que sólo pueden verse entrando a la Catedral”.

Sobre el proyecto del diputado socialista Roy Cortina de trasladar sus restos al Cementerio de la Recoleta, cumpliendo así la voluntad de San Martín, Borón se mostró partidario de “que no lo trasladen, sino que abran la visión del mausoleo desde afuera de la Catedral y se clausure la visión desde la iglesia, porque es una impostura. No vamos a ningún lado engañando a la gente diciendo que descansa en la Catedral”, concluyó.