Lanzan esta tarde, con la presencia de autoridades nacionales, el satélite argentino ARSAT-1. El histórico acontecimiento será trasmitido en vivo en una emisión especial de la Televisión Pública a partir de las 17.30, destacó por Continental Tristán Bauer, presidente de Radio y Televisión Argentina, el sistema de medios públicos nacionales. "Nosotros venimos desde Encuentro y TV Pública registrando desde hace años el proceso de construcción del satélite en INVAP, en Bariloche. Nos honra tu presencia y la de Adrián (Paenza) en la tranmisión", destacó en La Mañana.

Bauer recordó que el artefacto implicó el trabajo de "más de tres mil técnicos y científicos argentinos que posibilitan que Argentina sea uno de los ocho países en el mundo capaces de construir un satélite de este tipo y operarlo, porque recordemos que cuando el ARSAT-1 se desprenda del cohete va a pasar a ser operado desde la base terrena de Benavídez desde dónde será puesto en órbita en la órbita 71,8ª".

"La Patagonia y la Antártida Argentina no estaban hasta ahora cubiertas por ningún servicio satelital, las màs de cuatro mil escuelas que hoy están conectadas a la red van a ver reforzado ese servicio, y además, va a quedar el desarrollo de una tecnología propia, diseñada por nosotros, que no depende de importaciones y se lleva adelante en pesos y no en moneda extranjera", destacó. Además, nuestro país dejará de pagar 25 millones de dólares anuales a empresas que prestan servicios satelitales en el territorio nacional.  

Ayer arribó a la Guayana Francesa una comitiva encabezada por el ministro de Planificación, Julio De Vido; el secretario de Comunicaciones, Norberto Brener; el presidente de ARSAT, Matías Bianchi; el gobernador entrerriano, Sergio Urribarri; el gobernador formoseño, Gildo Insfrán; y los intendentes María Eugenia Martini (Bariloche), Juan Patricio Mussi (Berazategui) y Hernán Yzurieta (Punta Indio).

El proyecto Arsat-1 demandó 270 millones de dólares y permitió que Argentina no perdiera la posición orbital 81, muy codiciada porque enfoca desde Estados Unidos hasta las Malvinas, y con el Reino Unido en espera en la Unión Internacional de Telecomunicaciones. El riesgo de pérdida de la posición orbital ocurrió cuando la empresa Nahuel tenía el servicio satelital privatizado y debía construir el segundo Nahuel-SAT, pero discontinuó la actividad; en 2006, el gobierno del presidente Néstor Kirchner decidió crear Arsat. En 2007 el primer Nahuel-SAT salió de servicio al acabar su vida útil y Argentina tuvo que alquilar el AMC 6, desde donde ahora irán migrando los servicios hacia el flamante satélite geoestacionario nacional.