Fue tras un enfrentamiento entre los uniformados que intentaban controlar a hinchas sin entradas que pretendían ingresar al playón de la tribuna Sívori, minutos antes de comenzar el encuentro final de la Copa Libertadores.

Pese al intento por sostener a los aficionados, finalmente los policías se vieron desbordados por los parciales riverplatenses y se produjo una masiva irrupción de ellos a las gradas, estimada en unos 5.000 hinchas.

Los agentes del orden heridos fueron trasladados al Hospital Churruca, pero ninguno de ellos revestía gravedad.

Después, la lluvia colaboró para alejar a aquellos que se habían quedado en las inmediaciones del Monumental a la espera de otra "oleada" que también los introdujera a ver este partido histórico.