Tras la fuga de los hermanos Christian y Martín Lanatta y de Víctor Squillaci Bonini, el gobierno de la provincia que encabeza María Eugenia Vidal dispuso la remoción de toda la cúpula del Servicio Penitenciario Bonaerense, al igual que el jefe de la Unidad Penal 30 de General Alvear, más allá del sumario interno y la denuncia judicial correspondiente.
 
En tanto, los tres internos son buscados por un centenar de efectivos de la Policía bonaerense, federal y comunal, más la DDI local, la patrulla rural y personal del Servicio Penitenciario. A los operativos se sumaron Interpol y efectivos de la Agencia Federal de Inteligencia. Los mismos se llevan a cabo en distintos puntos de la ciudad, con foco en Villa Belgrano, donde quedó abandonado el Fiat Uno que usaron para escapar del penal.
 
Los tres internos estaban condenados a prisión perpetua por el crimen de Sebastián Forza (34), Damián Ferrón (37) y Leopoldo Bina (35) vinculados a la venta ilegal de efedrina. Los cuerpos fueron encontrados en 2008 maniatados y con varios disparos en el cuerpo en un zanjón del partido bonaerense de General Rodríguez.