El gobernador José Alperovich decretó el aumento para los policías y anunció que los denunciará penalmente por el delito de "sedición".

En la negociación intervino el arzobispo de Tucumán, Monseñor Alfredo Zecca.

Los amotinados rechazaron este martes, por segunda vez, la propuesta realizada por el Ejecutivo para destrabar la situación.

Con el conflicto policial sin resolver, el Gobierno pidió la asistencia de Gendarmería Nacional. Con la llegada de refuerzos desde Santiago del Estero, unos 500 gendarmes recorren las calles para intentar controlar los ataques.

El gobernador José Alperovich solicitó hoy a los policías que "vuelvan a cuidar a la gente", al tiempo que presentó una denuncia ante la Justicia Penal para que investigue a la Policía por la decisión de liberar la provincia en pos de obtener un aumento salarial.

En Entre Líneas, el periodista de la Gaceta de Tucumán, David Correa, explicó: “El 2001 pensé que iba a ser la última vez que iba a ver miedo, saqueos e incertidumbre. Tucumán, en este momento, huele a gomas quemadas”.

Lo describió horas antes de firmarse el acuerdo con la fuerza provincial, por el 35 por ciento de aumento.

“En el saqueo a Sancor hubo muchas personas heridas”, describió Correa y agregó: “hay un clima muy raro por estas horas”.