La creciente violencia en la ciudad de Rosario llevó al jefe de la Unidad de Homicidios Dolosos, Adrián Spelta, a exigir al Ministerio Público de la Acusación chalecos antibalas para los fiscales de modo preventivo.
 
Así, los fiscales que investigan homicidios llevarán dos de esos elementos de seguridad a la escena del crimen. "Concurrimos al lugar del hecho, nos encontramos con familiares y allegados a las víctimas y a los presuntos autores. Es una zona donde hubo violencia previa, podría haber un nuevo hecho. Por lo tanto, debemos prevenir", indicó Spelta.
 
El fiscal de Cámara de Rosario, Guillermo Camporini, también opinó que "es válido" el pedido de chalecos antibalas porque -según destacó- "el crecimiento de la violencia ha sido exponencial en Rosario".
 
Ambos funcionarios judiciales coincidieron en que la función del fiscal siempre conlleva un riesgo y, lógicamente, siente cierto temor. "Si se asumió una responsabilidad como es la de desempeñar la tarea de fiscal, uno tiene que estar preparado para este tipo de situaciones", agregó Camporini.