En un reciente escrito que elevó a la Cámara de Apelaciones de San Isidro, el propio Robledo Puch señaló: "Como me siguen negando la libertad, por qué no me cambian la pena por una inyección letal".

En la misma presentación, el múltiple asesino, condenado a prisión perpetua más la accesoria por tiempo indeterminado, pidió que con la nueva Ley de Medios le permitan hacer una conferencia de prensa para hacer público su reclamo.

El defensor general de San Isidro, José Luis María Villada, quien está a cargo de la defensa, explicó que el pedido de la inyección letal "es una expresión de deseo de Robledo Puch de urgir su inmediata libertad".

"Carlos Robledo Puch está preso desde el 3 de febrero de 1972, es decir hace 41 años, nueve meses y doce días", dijo el defensor general.

Villada afirmó que los plazos están totalmente vencidos y que, según su opinión, por tratarse de una preso emblemático, "los jueces tienen miedo de dejarlo en libertad".

El defensor contó que la Suprema Corte de Justicia bonaerense ordenó ante un pedido de Robledo Puch "una amplia pericia psiquiátrica y psicológica".

Además, indicó que, en caso de recuperar su libertad, Robledo Puch "tiene algún proyecto para poder irse del país", ya que le hicieron "una oferta para poder radicarse en un país limítrofe".

Por último, desmintió que fuera cierto que alguna vez Robledo Puch haya afirmado que no quería salir de la cárcel.

"Se ha hecho una leyenda de que él no quería recuperar su libertad. Yo no conozco ningún preso que no quiera salir", comentó.

Robledo Puch, quien cumplió el 22 de enero pasado 61 años, fue detenido a los 20, en 1972, acusado de una serie de homicidios cometidos en su mayoría contra serenos a los que asesinaba para poder robar.

Desde entonces, fue bautizado por la policía y la prensa como "El Angel Negro" o "El Angel de la Muerte".